La cardióloga y especialista en imágenes, Mariángel Millán recomienda analizar las causas del dolor torácico y, según los resultados, aplicar los correctivos de inmediato.
Una de las principales causas por la que las personas asisten a un cardiólogo es por el dolor de pecho o dolor torácico porque piensan que podrían estar en presencia de un infarto. Se trata de una sensación dolorosa que estaría o no asociada con un daño en el corazón.
El dolor torácico se clasifica según su origen en cardiaco o no cardíaco. Las causas cardiacas pueden ser de origen coronario (angina de esfuerzo y angina en reposo) o no coronario (pericarditis, síndrome aórtico agudo, miocardiopatías o valvulopatías). También podrían ser otras dolencias de origen no cardiaco. Entre ellas, problemas digestivos como gastritis, enfermedades del esófago, o músculoesqueléticas como costocondritis o dolores articulares. Igual podría tratarse de enfermedades de los pulmones. Entre otras, neumonía, embolismo pulmonar o causas psicógenas como depresión o ataques de ansiedad.
Mariángel Millán es egresada de la Universidad Central de Venezuela, UCV. Hizo medicina interna en el Hospital de Clínicas Caracas y postgrado de cardiología de la UCV. Posteriormente cursó una especialización en imagen cardiovascular en el Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, España. Hoy forma parte del equipo de cardiólogos del Centro Diagnostico Docente, CDD Las Mercedes, dirigido por Wilson Mourad, quien se ha enfocado en la obtención de nuevas tecnologías para liderar en Venezuela y América Latina.
Millán considera que lo primero que hay que hacer con un paciente con dolor de pecho es determinar su origen y hacer la evaluación cardiológica básica que contempla la interpretación de un electrocardiograma. Según sus resultados se toma la decisión de realizar atención avanzada en la que se incluyen otros estudios como la radiografía de tórax, la evaluación de laboratorios como CPK, (creatina-fosfocinasa) CPKMB (creatina-quinasa), troponinas y mioglobinas. Igualmente pueden incluirse exámenes paraclínicos como el ecocardiograma para evaluar estructuralmente el corazón; pruebas de inducción de isquemia, la prueba de esfuerzo y así evaluar al corazón en actividad física.
Es la patología fisiológica que provoca un infarto. Se define como la disminución o detención de la circulación de sangre a través de las arterias cuando hay enfermedad arterial de las coronarias al corazón, sea significativa o no. Este estado de sufrimiento celular por falta de oxígeno puede provocar el infarto. Es el aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial. La arteria se obstruye y deja de circular el flujo sanguíneo a esa parte del corazón provocando un infarto.
Agrega la doctora Millán que cuando se obstruye totalmente es un infarto y cuando se estanca parcialmente se trata de una angina, que anteriormente se le decía preinfarto “Con una prueba de esfuerzo exigiendo un poco al corazón se puede inducir una isquemia, por lo que se llama inducción de isquemia”.
Podemos detectar isquemia a través de exámenes especializados, entre los que figuran: prueba de esfuerzo, eco de esfuerzo, estudios de inducción de isquemia farmacológicos, como ecocardiograma con dobutamina o con dipiridamol. “También existen otros exámenes más especializados como la resonancia magnética cardíaca con gadolinio con Dipiridamol. Los pacientes que no tienen buena ventana acústica para la ecocardiografia se pueden llevar a resonancia magnética”.
Millán y el equipo de cardiólogos del CDD garantizan la eficiencia de los resultados en virtud de que los equipos con que cuentan son de última generación. Además, se trata de un destacado grupo de cardiólogos, especialistas en distintas áreas que abordan en equipo al paciente para darle una rápida atención, un diagnostico certero y un tratamiento eficaz.
A fin de prevenir las enfermedades cardíacas, la especialista recomienda a toda persona mayor de 35 años hacerse un chequeo integral cardiológico y a partir de los 45 el chequeo debe ser anual.